¿Cuándo la terapia online o telefónica no es la mejor opción?
Aunque la terapia online o telefónica ofrece muchas ventajas en términos de accesibilidad y privacidad, hay casos en los que este formato puede no ser el más adecuado. A continuación, te explicamos algunas situaciones en las que otra modalidad de terapia podría ser más beneficiosa.
Terapia para la ansiedad
• Ansiedad severa con síntomas físicos intensos: Si la ansiedad está acompañada de síntomas físicos fuertes (como ataques de pánico intensos, mareos o dificultad para respirar), el apoyo presencial permite una intervención más directa y controlada.
• Trastornos de ansiedad complejos: En situaciones donde la ansiedad esté ligada a condiciones complejas, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o el estrés postraumático, puede ser útil un enfoque presencial para implementar técnicas específicas que requieren supervisión directa.
Acompañamiento en procesos de duelo
• El duelo se presenta junto a depresión severa: En casos de duelo complicado o cuando la pérdida desencadena síntomas depresivos profundos, la terapia presencial facilita un contacto más cercano que permite monitorear signos de alerta.
• La persona necesita un apoyo intensivo y constante: Si la persona requiere un acompañamiento frecuente o intensivo (por ejemplo, varias veces a la semana), la terapia presencial o una modalidad mixta pueden ser más efectivas para ofrecer estabilidad emocional continua.
Apoyo en rupturas y separaciones
• Rupturas con situaciones de abuso o trauma: Si la separación involucra abusos o traumas significativos, una terapia presencial o en un entorno más seguro podría proporcionar un mayor apoyo y control sobre el ambiente terapéutico.
• Necesidad de técnicas de terapia más visuales: En situaciones donde se requieren técnicas visuales o de expresión creativa para trabajar con el duelo o la identidad personal tras una ruptura, el formato presencial puede ser más adecuado para facilitar estos procesos.
Mejora de relaciones familiares
• Conflictos que requieren la participación de varios miembros de la familia: Si el conflicto familiar necesita intervención con varios miembros en la misma sesión, una terapia presencial o de videollamada puede ser más eficaz para trabajar en la comunicación y el entendimiento mutuo.
• Crisis familiares que requieren una intervención inmediata y directa: En situaciones de crisis severa o en conflictos familiares altamente tensos, el contacto presencial puede ofrecer un mayor control sobre la dinámica familiar y facilitar un ambiente de mediación.